Lugar acogedor, seguro, natural y una dinámica ordenada en el tiempo y el espacio

 

para dar seguridad y confianza para expresarse en el juego libre

 

Ambiente, materiales de origen natural, colores, sonidos, formas y texturas

 

actividades manuales, juegos y contacto con la naturaleza estimulan adecuadamente a los niños y niñas

 

Cuidado de los ritmos orgánicos

 

con una alternanza de actividades expansivas y otras que favorecen la calma

 

Grupo de juego Krisol Waldorf

El niño o niña que vive en una atmosfera de amor y afecto, llena de auténticos buenos ejemplos para imitar, está viviendo en el elemento adecuado. Se ha de estar alerta para evitar que se haga algo en presencia del niño o niña que no sea digno de ser imitado. Rudolf Steiner

PILARES EDUCATIVOS DE LA ETAPA INFANTIL

 

La infancia es la semilla de la vida posterior. Durante la infancia se estructura y se construye la personalidad del niño o niña y en lo que se convertirá el día de mañana. El niño o niña es un constructor de su cuerpo físico hasta los 7 años, edad en la que empieza a perder los dientes de leche.

Hace falta acompañar a las niñas y niños con amor y respeto, y facilitarles los elementos del entorno para que puedan construir bien su casa.

En el jardín de niñas y niños, como en toda la etapa de 0 a 6 años, destaca la importancia de la imitación para los procesos de aprendizaje y desarrollo infantil. El niño o la niña pequeño/a aprenden básicamente por imitación, se identifica con el ambiente vivencial y anímico que le rodea, buscando su punto de referencia y el despliegue de sus talentos a partir de las cualidades de este medio. Steiner propone partir siempre del ejemplo del maestro en su hacer y en su actitud (el ser). En este hacer participará el niño y niña, a través de la imitación.

Las personas adultas hemos creado nuestros conceptos mentales a partir de las experiencias que hemos tenido. El/la niño/a aún no tiene estas experiencias, ni estos conceptos. . Es incongruente hablar con un/a niño/a a través de conceptos. Hace falta hablarle a través de la experiencia, a través del hacer. No tantas palabras y sí más gestos.

La infancia también es la época de la voluntad. La voluntad es la acción, el hacer, la repetición. El/la niño/a trabaja el sentido del propio movimiento, el sentido del tacto, el sentido del equilibrio y el sentido térmico, que son elementos básicos para su crecimiento saludable.

La actividad principal de un/a niño/a es jugar. El juego libre se cultiva conscientemente como elemento fundamental de aprendizaje. El/la niño/a se expresa plenamente en el hacer. Los/as niños/as son capaces de crear escenarios improvisados sin ninguna otra instrucción más que la imitación. Cuando juegan imitan la actividad de los adultos. El juego es en sí mismo un elemento sanador para el/la niño/a. Hace falta poner a su disposición espacios grandes y materiales que puedan ser transformados por ellos/as mismos/as. Manipulándolos y transformándolos, podran canalizar toda su energía creadora de una manera sana.

Realmente cuando un/a niño/a ha inventado alguna cosa resulta mucho más sólido como conocimiento ulterior que la simple adquisición a partir de un adulto que le ofrece un alimento ya masticado. J. Piaget

Los juguetes, sencillos y poco definidos, de materiales naturales, permiten desarrollar la fantasía de el/la niño/a y favorecer las impresiones sensoriales armónicas.

La educación artística es un eje central en la pedagogía Waldorf. Crear una pieza artística comporta un acto volitivo de práctica y de repetición, un sentimiento de alegría, una sensación de libertad, una conexión con el interior de la persona, un desarrollo de la fantasía y también de las habilidades manuales. Música, danza, dibujo, aquarela, modelaje, hacer pan, movimiento, tejer… El/la niño/a no vive en el resultado de su obra de arte, sino en el proceso creativo.

Los cuentos nos explican con imágenes una y otra vez los secretos de la existencia del ser humano. A través del cuento, el/la niño/a se siente relacionado directamente con problemas que el/la mismo/a está viviendo (miedos, conflictos, alegrías, retos, frustraciones…) y, con imágenes, ve como salir de estas situaciones. Los cuentos son también una fuente muy válida para la adquisición del lenguaje.

El contacto con la naturaleza ofrece a los/as niños/as un recurso inagotable de sensaciones y experiencias que los conecta con un medio que bien pronto sienten como propio. No sienten que la naturaleza y ellos son cosas diferentes, sino que forman parte, se sienten un todo con la naturaleza. Se integran en los mismos procesos naturales, en los ciclos rítmicos, en las leyes universales.

La repetición y el ritmo son dos principios que aparecen continuamente en el aula y que responden a una demanda inherente a las funciones de la memoria de los/as niños/as de estas edades. Destacan la organización de la jornada, la repetición de los cuentos y de las canciones y la celebración de festividades estacionales como foco de interés para las vivencias internas del/la niño/a.

Hasta ahora hemos hablado de todas aquellas actividades que el/la niño/a necesita hacer, o necesita que nosotros le proporcionemos, para que reciba el mejor alimento para su alma (juego, imitación, ritmo, gestos, cuentos), su espíritu (arte, naturaleza) y su cuerpo (movimiento). Es coherente, pues, que le proporcionemos la mejor alimentación, la más nutritiva para su crecimiento físico: una alimentación completa, ecológica, con productos de la temporada, locales o del propio huerto.

DINÁMICA ESCOLAR

La jornada transcurre con un ritmo pausado en el cual se alternan intervalos de expansión con intervalos de recogimiento, momentos para jugar en el interior y momentos para disfrutar del exterior, actividades pautadas y actividades libres, individualidad y colectividad. Es en este ritmo de vaivén que el/la niño/a respira con seguridad y libertad.

De la misma manera que el día transcurre con su ritmo, así también la semana fluye con el suyo, ya que cada día de la semana se caracteriza por una actividad concreta que bien pronto ya esperan: se pasta el pan, se dibuja con ceras, se teje, se modela con ceras o lana, se pinta con acuarelas. Este ritmo cíclico facilita que el/la niño/a sepa qué día es y se sienta más seguro/a. También, los ciclos estacionales anuales se viven en el jardín a través de los cuentos de hadas, las canciones tradicionales y las festividades, que van variando y adecuándose al tiempo que se vive en cada momento.

ALGUNAS CONSIDERACIONES

Al empezar en el Grupo de Juego, se permite que el/la niño/a tenga todo el tiempo de adaptación que le haga falta, ofreciéndole un horario y una dinámica flexibles en función de sus necesidades. Se potencia la convivencia de los/as niños/as de diferentes edades para estimular el sentido social y de cooperación.

La actividad se desarrolla en un ambiente acogedor que transmite seguridad y hace posible acompañar al/la niño/a en sus necesidades individuales y ayudarlo a que se integre en un contexto social. Las aulas estan preparadas para crear un ambiente cálido, que permita entrar en una relación sensible y activa con el medio. Las canciones y cuentos enriquecen las vivencias cotidianas de los/as niños/as. Sus elementos rítmicos les despiertan placer, a la vez que les ayudan a ampliar el vocabulario y las estructuras lingüísticas. También se tiene una atención especial por los momentos de conversación espontania y por practicar una escucha activa con los/as niños/as.

Al final de cada jornada, el/la maestro/a explica un cuento a todos/as los/as niños/as de su grupo. El mismo cuento se repite almenos una o dos semanas, de manera que los/as niños/as interiorizan mucho mejor su mensaje inherente, se aprenden de memoria las palabras, las expresiones y acaban incorporando un sistema de referencias lingüísticas muy importante. La lengua integrada en el contexto social y narrativo se cultiva en la etapa infantil como elemento de base para todo el aprendizaje posterior.

El movimento acompaña la expresión oral en muchas ocasiones. Esto despierta el interés de los/as niños/as y les facilita la identificación y comprensión de los mensajes verbales. Canciones y juegos con gestos, juegos de dedos, danzas, corros… que los/as niños/as pueden también realizar imitando los gestos del/a educador/a. Esta unión de palabras y gestos refuerza el desarrollo de las habilidades lingüísticas, cognitivas y motrices. Igualmente, todas las actividades manuales y la expansión en las actividades en el jardín, donde el medio y los materiales utilizados piden una adaptación motriz flexible, forman parte integrante de les actividades cotidianas.

PERFIL DEL DOCENTE

El/la educador/a es el responsable de la actividad pedagógica en todos los momentos y a través de todos los elementos presentes en el aula. Prepara y cuida cada uno de los detalles (los elementos materiales y físicos, el ambiente anímico y los aspectos sociales y culturales). Todo esto en colaboración con el resto de personas de la comunidad educativa.

Para los/as niños/as, los/as educadores/as representan un modelo de actitud y de valores. Se entiende, pues, la importancia de la toma de conciencia y la reflexión e investigación continuas como tareas imprescindibles para mejorar la labor educativa. Los buenos hábitos, el ejemplo del adulto y la creatividad en situaciones críticas han de sustituir la pura autoridad. El/la educador/a tiene que ser un artista también a la hora de aplicar los necesarios límites a los/as niños/as. Con las herramientas de la coherencia, la justa medida, la delicadeza, el sentido del humor y el momento adequado, ayuda a canalizar las fuerzas que a veces el/la mismo/a niño/a no puede gestionar. Al mismo tiempo, los/as educadores/as son responsables de la información y del intercambio continuo de impresiones con las familias, con el objectivo de crear una consonancia entre el hogar y la escuela. La educación se concibe como una responsabilidad compartida. La prolongación de la manera de hacer de la escuela en las actividades y rutinas de casa da seguridad y confianza en el vivir de los/as niños/as. El trabajo con las familias consiste en entrevistas periódicas, visitas a casa de las familias, coloquios pedagógicos trimestrales, etc.

La formación específica de maestro/a de grupo de juego Waldorf consta de un periodo de un año, después de la formación universitaria oficial. En este periodo, el docente va tomando conciencia de la propia personalidad y a la vez se forma en el conocimiento de las etapas evolutivas del/la niño/a, la didáctica, la elaboración de los materiales (trabajos manuales y juguetes), el desarrollo de la sensibilidad para observar y saber reconecer la madurez del/la niño/a y, por último, en la manera de hacer aportaciones en su entorno familiar y social. El equipo pedagógico realiza una formación continuada para ampliar y mejorar su tarea.

La práctica educativa se basa en la autonomia profesional para garantizar la libertad de cada maestro/a en la concepción, creación y evaluación de las actividades del aula sobre la base de la autorevisión constante, dentro de un marco metodológico compartido y contrastado entre el equipo pedagógico.

DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES

A modo de resumen, definimos como referencia primordial siete capacidades básicas que el/la niño/a irá desarrollando de manera natural durante la etapa de Educación Infantil. La madurez en estas competencias lo capacitará para entrar y seguir de forma natural la etapa de Primaria.

  1. capacidad física y de movimiento: Las posibilidades de movimiento diferenciado tienen una influencia importante sobre el desarrollo del/a niño/a. El ser capaz de “captar” algo y moverse hacia aquello, determina las oportunidades de percepción.
  2. capacidad perceptiva y sensorial : El/la niño/a ha de ser capaz de percibir y observar POR SI MISMO/A, tomando conciencia de lo que existe y sucede a su alrededor. Para hacer esto necesita confianza y autoestima. La construcción del conocimiento ha de fundamentarse en experiencias verificables por las propias facultades cognitivas. La capacidad critica es condición previa para un proceso de alfabetización tecnológica oportuna.
  3. capacidad lingüística : Se construye sobre la base de las relaciones interpersonales, su calidad psico-afectiva y las oportunidades de percepción integrada y diferenciada.
  4. capacidad de creación (fantasía y creatividad) : La flexibilidad y la creatividad son habilidades que pide qualquier tarea, tanto en el ámbito escolar como en la vida en sociedad.
  5. capacidad sociocultural : El trato entre iguales y los hábitos de convivencia como base de una concepción democrática de la sociedad han de aprenderse y practicarse en diferentes contextos, entre los cuales la familia y la escuela adquieren un papel central. El contexto familiar, cultural y social son condicionantes del comportamiento y el desarrollo de hábitos. Esto hace que sea necesaria la cooperación entre los adultos responsables de la educación del/a niño/a.
  6. capacidad para la concentración y la motivación (autodirección) : Problemas de concentración, nerviosismo, hiperactividad y desmotivación son problemas habituales en el entorno escolar actual. La prevención y el fomento de prácticas educativas, hábitos sociales y de un entorno apropiado para evitar estos trastornos, constituyen un objectivo primordial de la educación de los/as niños/as en la actualidad.
  7. capacidad en valores : Tanto el/la niño/a como el adulto necesita un sistema de valores para orientarse como individuo en el contexto de nuestra sociedad y emprender su camino a la vida. Las experiencias de compromiso social basadas en unas convicciones personales con contenido ético brindan a las personas un sentido propio y una fundamentación de sus actuaciones, más allá del pragmatismo o consumismo, que son las premisas más extendidas en la actualidad.
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